Pablo Milbrandt fue el único jugador de la Primera que no faltó a ningún partido y revela su secreto para mantenerse: "No voy al gimnasio, tengo suerte";
Después de cerrar la temporada con una victoria frente a San Martín por 52-14 que incluyó salir del último puesto del Top 14, llegó el momento de hacer balance. Por la Primera pasaron distintos jugadores a lo largo del año y quedó demostrado el recambio dentro del Plantel Superior.
Pero hubo un jugador que no entró en la rotación del XV: Pablo Milbrandt. Camada 90, en su segunda temporada como integrante del Plantel Superior estuvo presente en los 24 partidos que San Albano sumó entre la primera fase y el Top 14. “No lo imaginaba porque el puesto de tercera línea es muy disputado en este club, hay muchos grandes jugadores”, cuenta, satisfecho.
¿Qué cambios notaste de un año al otro?
Yo el año pasado jugué más de segunda línea que de tercera, entonces a principio de año no veía de tercera. Pero por suerte me cambiaron de puesto y creo que rendí como yo quería. El esfuerzo valió la pena, no me lo esperaba ni loco.
¿Cuál es el secreto para mantenerse?
No hay secreto, es entrenar duro y esforzarse al máximo. Yo sinceramente no voy al gimnasio, pero tengo suerte (se ríe).
¿Qué balance hacés de este 2011 para el equipo?
Fue un año muy bueno. A principio de la temporada pasada nos propusimos entrar en el Top 14 y no se nos dieron los resultados, fuimos a Reubicación y aseguramos la permanencia en la anteúltima fecha. Este año se dio vuelta, nos pusimos la misma meta y cumplimos. Estamos muy contentos, encima quedamos 13 de la URBA que para algunos clubes no se les mueve ni un pelo pero para nosotros es increíble. Es la mejor posición en la historia del club
¿Qué esperan para la próxima temporada?
Esperamos clasificar más rápido y no esperar hasta la última fecha. Esperamos hacer un mejor papel de lo que hicimos este año en el Top 14.
¿Qué mensaje le dejás a los recién retirados Gonzalo Álvarez Comotti, Julio Menghi y Gabriel Iperione?
Estoy muy contento de haber podido jugar con ellos. Los vi desde chico y quería compartir una cancha, un vestuario. Siempre los tuve como referentes.